"Vivimos en un mundo en el que hemos logrado que la comunicación con el otro sea posible de manera inmediata; sin embargo, sigue siendo un gran desafío entrar en contacto con nuestro propio mundo interior. "
— Emil Sivenius

Emil Sivenius
Emil Sivenius
Linköping (Sweden) 1991
Linköping (Sweden) 1991
A través de su arte, Emil nos invita a sentirnos nosotros mismos primero; y luego encontrarse con el otro. Jugando con la mezcla y contraste de colores intensos, en grandes superficies, con diferentes texturas y movimientos, el autor consigue hacer visible lo invisible.
"Cada pintura es un misterio en el que no sólo descubro una imagen visual, sino la expresión espontánea de mi mundo interior."
Emil recuerda que de niño pasaba muchas horas pintando en la casa de sus abuelos maternos, y solía perder la noción del tiempo en cada creación. El disfrute durante el proceso era tan grande que al terminar un dibujo no podía esperar el momento de enseñarlo a los demás. From his innocence he just wanted to share how much he had enjoyed it..
Nació y creció en Linköping (Suecia), una ciudad que él describe como pequeña, tranquila y en medio de la naturaleza. Rodeado por sus familiares y amigos, la mayoría de sus actividades se desarrollaron entre sus estudios y la práctica de Karate – deporte que forjó gran parte de su personalidad. Durante esos años aprendió a adaptarse a su cultura y a seguir las reglas de la sociedad sueca al pie de la letra. Sin embargo, su sexualidad era algo que no estaba en armonía dentro de él mismo; y con los años eso empezó a hacer demasiado ruido. Si no hubiese sido por “ser gay”, se habría quedado en Suecia donde tenía una vida cómoda, segura y sin mayores desafíos.
A los 17 años viajó a Costa Rica como estudiante de intercambio para aprender español, disfrutar de los días soleados y sumergirse en la cultura hispanohablante. También nos compartió que eligió ese destino porque necesitaba “ampliar el tiempo y evitar entrar en contacto con su mundo interior” porque en ese momento lo agobiaba demasiado.
En 2013 realizó un curso de Cooperación Internacional para el Desarrollo en la Fundación Internationella Skolorna, que forma parte de Folkuniversitetet, en Barcelona (España) y realizó sus prácticas en la ciudad de Santiago de Chile (Chile). Posteriormente, estudió la licenciatura en Filosofía en Derechos Humanos en la Universidad de Lund (Suecia), siguiendo el deseo de provocar un cambio en un mundo que percibía como injusto.
Durante su etapa universitaria comenzó a explorar el mundo de la pintura de forma autodidacta y realizó sus primeros cuadros, algunos de ellos son atesorados por su madre en su casa de Linköping (Suecia).
Desde muy pequeño tuvo la sensación de “haber hecho esto muchas veces”, la sensación de haber vivido una experiencia humana persiguiendo la vida perfecta; pero esta vez sabía profundamente que su felicidad estaba más allá, y que esta vida era para descubrirla.
Durante este viaje fue encontrando diferentes herramientas que le permitieron profundizar en sí mismo. La paradoja era que cuanto más investigaba, más incómoda se volvía su experiencia. Fue una gran sorpresa para él descubrir que había un gran miedo dentro de él, como si su “alma estuviera congelada en el vacío”. Había aprendido a ser “un buen chico” a costa de desconectar de sus propias emociones.
Reconocer sus propios miedos le permitió reconectarse consigo mismo y con los demás. Parecía que para llegar a lo que buscaba era necesario entrar en lo que no buscaba: miedos, vergüenzas, culpas, dudas.
A principios de 2022 volvió a pintar con naturalidad, esta vez en la cocina de su apartamento en Barcelona (España). El apoyo de su pareja fue muy importante para él en ese momento. Una cosa llevó a la otra, y a pesar del miedo y la incertidumbre, decidió reducir un 50% sus horas de trabajo para dedicarse a la pintura. Sin mucho lugar para cuestionamientos ni excusas, decidió explorar su propio mundo interior a través del arte abstracto, utilizando colores acrílicos, diferentes medios y herramientas.
No vale la pena desconectarse de mí para complacer a los demás, es un sacrificio demasiado grande.
Este año (2023), con el apoyo de sus padres, la empresa Sivenius Corporation S.L. se funda en Barcelona, abriendo nuevas posibilidades en su aventura como artista.
Su primera exposición fue una gran experiencia para que volviera a confiar en sí mismo. Ha sido un gran éxito porque pudo comprobar que su obra transmite lo que siente por dentro al pintar, mucha alegría, color y vida..
Para Emil la creatividad es la experiencia misma de estar vivo, y sus pinturas son un recordatorio de que nadie sabe realmente quiénes son, y que nos estamos descubriendo a nosotros mismos en cada momento.
Reconocer que estamos en constante proceso de autodescubrimiento es un acto de gran valentía en todo ser humano, ¡y esa es la magia de estar vivos!

















